Brujas en la Edad Contemporánea

Las brujas, en la mayor parte de los casos literarios, a lo largo de los años han sido las que hacían la función de agresora o la que realiza daños o males a otros seres humanos. Así ocurre en la versión original de La Sirenita, Blancanieves, La Cenicientay La La Bella Durmiente. En los cuentos de Cenicienta y Blancanieves, la bruja es la madrastra malvada, que se mete dentro de las familias i las destruye, queriendo también destruir a la joven y he
En literatura de Roald Dahl, que como hemos comentado
anteriormente, en las hechiceras de Las
brujas (1983) se repite un esquema clásico del cuento, pero observamos que
las brujas adquieren un disfraz humano, también realizan acciones muy humanas
y, como indica Cantizano MÁRQUEZ (2003: 3):
En Las brujas, Dahl altera la fórmula tradicional y
actualiza el aspecto de las brujas: ya no es tan fácil descubrirlas, tienen una
apariencia "normal" y pasan desapercibidas entre la población,
quedando impunes sus peores fechorías y maldades.
Las brujas en el siglo XX ya no son seres sobrenaturales,
si no que se transforman y adquieren rasgos y caracteres humanos que las
convierten en seres que sufren. Las manifestaciones que encontramos en este
siglo, entre otras, son los atributos positivos con los que se podrían definir
a las brujas como heroínas que sufren mal o muestran alguna carencia. Es el caso del cuento Oposiciones a bruja y
otros cuentos, (1988), de José Antonio del Cañizo: una bruja de Nueva Zelanda
debe pasar por un proceso de oposición para poder aprobar el título
correspondiente a sus estudios.
También están los casos de la película La bruja novata (Disney, 1971) y del
libro La Bruja Mon (Pilar Mateos, 1942),
encontramos a unas brujas bajo una visión positiva. En la película La bruja novata, la protagonista es una
bruja que acoge en su casa a tres huérfanos que perdieron todo en un bombardeo
nazi en Londres. Esta es tuna aprendiz de bruja torpe que intenta aprender para
hechizar a las personas que le rodean, pero lo único que consigue es hechizar
una cama que llevara a los niños y a ella a vivir unas aventuras descabelladas.
Por lo tanto, las brujas han pasado de ser personajes
malvados que actúan como secundarios, a ser protagonistas, a veces malvadas y
la gran mayoría de veces buenas.


Normalmente, las chicas protagonistas poseen poderes
mágicos que desubren por accidente y, tras un periodo de crisis de identidad,
optan por luchar por el bien de la humanidad y enfrentarse a los poderes del
mal, este estilo de manga se denomina Maho
Shojo o Magical girls. Unos
ejemplos son Sakura, Cazadora de cartas (Mangaka CLAMP, 1996-2000) o Magical
Doremi (Ojamajo
Doremi, 1999-2003). Son brujas que en vez de utilizar
barita y escoba, utilizan aparatos electrónicos con propiedades mágicas.
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